El verano siempre ha tenido algo mágico. Más horas de luz, más tiempo para ti, menos prisas. Y, sin embargo, año tras año, dejamos pasar la oportunidad de hacer algo realmente útil con ese tiempo.
Si alguna vez te has dicho: “este año quiero mejorar mi inglés, pero no sé por dónde empezar”, este artículo es para ti.
1. Porque tienes el tiempo que el resto del año te falta
Durante el curso, el trabajo o las clases te dejan sin energía. Pero en verano, cambian los ritmos, los días son más largos, y tú puedes elegir en qué invertir tu tiempo. Estudiar inglés en verano no significa renunciar al descanso. Significa aprovechar momentos sueltos, clases más flexibles y un plan más amable contigo.
2. Porque un idioma no se olvida… pero se oxida
Quizá llevas tiempo sin tocar el inglés. O tal vez estudiaste algo hace meses y sientes que todo se ha esfumado. No te preocupes: el inglés sigue ahí, solo necesita activarse.
Y el verano es perfecto para reconectar con él de forma natural, sin exámenes, sin agobios. A tu ritmo, pero con constancia.
3. Porque puedes empezar por fin sin presión
A veces lo que más cuesta es arrancar. Y en septiembre parece que todo empieza de nuevo: el cole, el trabajo, las obligaciones…
Pero en verano puedes comenzar un curso de inglés con otra energía, sin tanto ruido alrededor. Sin tener que rendir cuentas a nadie. Solo a ti.
4. Porque puedes conseguir un título oficial
Si te marcas una meta concreta —por ejemplo, obtener tu certificado oficial B1 o B2—, el verano se convierte en un aliado.
Con un curso intensivo bien planificado y clases grabadas para repasar cuando quieras, puedes avanzar en semanas lo que normalmente te llevaría meses.
Y en septiembre, empezar el curso con un título bajo el brazo.
5. Porque esta vez no lo harás solo/a
Una de las claves del éxito es el acompañamiento. No basta con tener un buen material: necesitas alguien que te guíe, que te anime, que te corrija con respeto y que te impulse con confianza.
Eso es lo que marca la diferencia entre otro intento más y un cambio de verdad.
Este verano, elige avanzar sin renunciar a disfrutar
Estudiar inglés en verano no es encerrarte a estudiar.
Es poner al inglés en tu mochila de playa. Escuchar podcasts mientras paseas. Reírte con tus compañeros de clase virtual. Volver a creer que puedes.
Porque puedes. Y porque este año, sí: es tu momento.
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Todo pensado para que aproveches el verano sin dejar de ser tú.
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